En el entorno empresarial guatemalteco, cada vez más organizaciones reconocen la necesidad de implementar sistemas de gestión empresarial #ERP para fortalecer su gestión, mejorar el control operativo y ganar competitividad. Sin embargo, persiste un fenómeno preocupante: las propuestas de implementación con precios irrealmente bajos, que terminan generando sobrecostos, retrasos y pérdida de confianza.

En muchos proyectos, el presupuesto inicial no refleja el alcance real del trabajo requerido. Durante la implementación, aparecen costos adicionales por horas de consultoría, personalización o soporte técnico que no fueron contemplados. Lo que empezó como una inversión razonable se convierte en una carga financiera significativa, afectando el flujo de caja y desviando recursos que podrían haberse destinado a innovación, capacitación o crecimiento.

Pero el daño no se limita al aspecto económico. La competitividad de la empresa también se ve comprometida. Un ERP mal implementado o inconcluso genera ineficiencias, errores en la información y pérdida de productividad. En sectores industriales donde la precisión y la trazabilidad son vitales, estos fallos pueden traducirse en incumplimientos contractuales, pérdida de clientes y retrasos en la toma de decisiones estratégicas.

Aún más grave es el impacto en la confianza del mercado. Cuando las empresas experimentan proyectos fallidos o sobrecostos injustificados, se genera una percepción negativa sobre las soluciones tecnológicas en general. Esto retrasa la transformación digital de toda la industria guatemalteca, alimentando la idea de que los sistemas ERP son complicados, costosos y poco confiables. En consecuencia, se erosiona la credibilidad tanto de los proveedores como de la propia visión empresarial del país.

La solución requiere consciencia y competencia en ambas partes. Los proveedores deben actuar con transparencia, dimensionando correctamente los proyectos y garantizando acompañamiento profesional. Las empresas, por su parte, deben asumir una visión de largo plazo, comprendiendo que la inversión en un ERP no se mide por su costo inicial, sino por su capacidad de generar valor sostenido.

Solo mediante una relación basada en ética, claridad y compromiso, Guatemala podrá construir una industria tecnológicamente sólida, donde los sistemas ERP sean un motor real de eficiencia, confianza y competitividad.

En Asseco Solutions S.A. Guatemala, entendemos que un ERP no solo debe automatizar procesos, sino impulsar el crecimiento sostenible de cada organización. Nuestro sistema APplus-ERP, diseñado específicamente para entornos industriales y de manufactura, combina experiencia europea con conocimiento local, ofreciendo implementaciones realistas, transparentes y orientadas al resultado. Por ello, invitamos a las empresas guatemaltecas a analizar con criterio la selección de su proveedor ERP, buscando no solo un sistema, sino un aliado estratégico que acompañe su evolución tecnológica con responsabilidad, rentabilidad y visión de futuro.